Maximiliano Dávila, exjefe antidrogas del gobierno de Evo Morales, decidió gestionar su pasaporte, un requisito clave para su extradición a Estados Unidos, país donde enfrenta cargos por narcotráfico. Según su abogado, Manolo Rojas, Dávila optó por este trámite voluntario al considerar que el sistema judicial estadounidense le ofrecerá mayores garantías y beneficios que el boliviano.
“Él cree que tendrá un acceso más directo a la justicia en aquel país y mayores oportunidades para demostrar su inocencia, algo que aquí no percibe”, afirmó Rojas. Esta decisión se produce luego de que el Tribunal Supremo de Justicia autorizara su extradición en noviembre pasado.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, señaló que la extradición de Dávila es irreversible y espera que se concrete antes de Navidad. Mientras tanto, la defensa de Dávila denunció injerencia política en el caso y cuestionó la demora en la entrega de la resolución oficial del TSJ.
Por su parte, Evo Morales insinuó que esta acción contra su exjefe antidrogas busca involucrarlo en actividades ilícitas. A pesar de la polémica, Dávila recibió visitas de autoridades del Segip y Migración, quienes facilitaron la renovación de su cédula de identidad y pasaporte, dejando todo listo para su traslado, que dependerá ahora de un juez de turno debido a la vacación judicial.
Estados Unidos ya prepara el operativo para trasladar al exjefe antidrogas desde el penal de San Pedro, marcando el posible fin de un capítulo en Bolivia y el inicio de un nuevo proceso en territorio norteamericano.
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