
Un camión de bandera boliviana fue detenido en un operativo de la Gendarmería argentina en la provincia de Salta, desatando un golpe al narcotráfico. El vehículo, que transitaba por una ruta estratégica para el tráfico internacional, llevaba oculta una carga de 14 kilos con 955 gramos de cocaína en un compartimento ingeniosamente alterado.
El control se activó gracias a un perro antidroga que marcó con insistencia la zona detrás de las baterías del camión. Los gendarmes inspeccionaron el depósito de agua del parabrisas y notaron irregularidades: estaba sellado con masilla y obstruido intencionalmente. Tras someterlo a un escáner, detectaron una sustancia compacta que resultó ser cocaína pura.
El conductor del camión, un boliviano de 39 años, fue detenido de inmediato y puesto a disposición de las autoridades judiciales argentinas. Además, el vehículo fue decomisado, reforzando la alerta sobre las rutas de tráfico que atraviesan la región.

La operación pone en evidencia la creatividad de los narcotraficantes para ocultar estupefacientes, utilizando compartimentos aparentemente inocuos, como depósitos de agua. Según fuentes oficiales, este tipo de compartimentos son modificados para evadir controles, pero en esta ocasión, el olfato del can y el meticuloso trabajo de la Gendarmería lograron frustrar el intento.
El caso, que refuerza la cooperación entre fuerzas de seguridad en la lucha contra el narcotráfico, está bajo investigación para identificar posibles redes vinculadas al transporte de esta droga desde Bolivia hacia otros mercados internacionales.

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