24 de abril de 2025

En La Mira Del Poder

SIN MIEDO, NI FAVOR

7 de 9 regiones declaran emergencia y exigen reunión urgente con Arce ante crisis económica y desabasto de combustible

En un movimiento sin precedentes, siete de las nueve gobernaciones de Bolivia han declarado estado de emergencia debido a la crítica situación económica que atraviesan, marcada por la falta de liquidez, el desabasto de combustible y el encarecimiento de los precios. Los mandatarios regionales, tras una reunión de coordinación, han exigido una reunión urgente con el presidente Luis Arce para presentarle un acta de nueve puntos que busca soluciones inmediatas a la crisis que, según ellos, está paralizando las gestiones locales. 

Los gobernadores de Cochabamba, Chuquisaca, Santa Cruz, Oruro, Tarija, Beni y Pando (este último de manera virtual) han sido enfáticos en señalar que la falta de recursos económicos y combustible ha imposibilitado la ejecución de proyectos y el cumplimiento de obligaciones transferidas por el gobierno central. Sin embargo, las ausencias de los representantes de La Paz y Potosí en la reunión han levantado sospechas sobre una posible división en la unidad de las regiones. 

Entre los puntos clave del acta destaca la exigencia de mejorar las condiciones del fideicomiso de Bs 1.500 millones propuesto por el gobierno central, solicitando tasas de interés más bajas y plazos más flexibles. Además, piden la devolución del 12% de los recursos del IDH confiscados para el Fondo de Promoción a la Inversión en Exploración y Explotación Hidrocarburífera, así como la condonación de saldos a favor del Tesoro General de la Nación. 

Uno de los puntos más críticos es la demanda de provisión inmediata de combustible para programas de inversión, ya que su escasez ha afectado gravemente la planificación y ejecución de proyectos locales. Los gobernadores también exigen la revisión de las obligaciones financieras transferidas a las regiones, argumentando que muchas de estas competencias deberían ser responsabilidad del nivel central. 

La situación ha escalado a tal punto que los gobernadores han amenazado con suspender la retención de recursos si no se cumplen sus demandas, lo que podría generar un enfrentamiento directo con el gobierno nacional. Con una crisis económica que no da tregua y un desabasto de combustible que afecta a todos los sectores, las regiones de Bolivia parecen estar al borde del colapso, mientras el gobierno central enfrenta una presión sin precedentes para dar respuestas concretas. 

Este escenario no solo pone en evidencia la fragilidad del sistema financiero del país, sino que también plantea un desafío político para el gobierno de Luis Arce, quien deberá decidir si cede a las demandas de las regiones o enfrenta una crisis aún mayor.


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